La restauración de la Virgen del Saliente ya
forma parte de su historia
Un gran número de
devotos acuden a la presentación de la imagen tras ser restaurada este
verano
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Guillermo Mirón [ 31/08/2014 - ] |
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Una larga fila de personas haciendo cola frente al portón del Santuario del Saliente revelaba que, a falta de poco más de una semana para la tradicional romería del 7 al 8 de septiembre, este no era un día más para los devotos de La Pequeñica.
Por primera vez tras más de tres siglos, la alcaldesa perpetua del pueblo de Albox volvía a relucir como recién tallada tras los trabajos de restauración llevados a cabo durante este verano.
Ceremonia La presentación de la nueva imagen de la Virgen del Saliente corrió a cargo de quien, con sus manos, ha tratado milímetro a milímetro una talla que cuenta con miles de devotos que van más allá incluso de las fronteras nacionales.
El restaurador arboleano Joaquín Gilabert fue el encargado de descubrir los secretos de esta operación de cirugía que ha durado algo más de dos meses. Ante él, una iglesia abarrotada y otras tantas personas en el exterior siguiendo el acto por una pantalla gigante. La noche de este viernes ya es parte de la gruesa historia, aliñada con conocidas leyendas, que arrastra tras de sí la Virgen del Saliente y el santuario que le da nombre. Tras una misa con motivo del evento que dio comienzo a las ocho de la tarde, Francisco Sánchez, en nombre del Consejo del Santuario, presentó al restaurador, a quien agradeció su trabajo. Acto seguido, Gilabert informó a la audiencia sobre los numerosos desperfectos que presentaba la imagen. El tiempo, su transporte de la talla y restauraciones precarias en décadas pasadas propiciaron que, hasta hace unos días, la imagen presentara un estado más que preocupante, necesitando una actuación urgente. La actuación ha llegado en forma de “intervención integral” sobre esta “joya del barroco”, como la calificó el restaurador. Tras un pormenorizado análisis de la talla, Gilabert ha realizado, entre otras tareas, la consolidación de la policromía, la limpieza de la imagen y la reconstrucción de algunas partes de la misma guardando un respeto sagrado por la composición original.
Las explicación del restaurador fue acompañada por la exposición de imágenes donde se mostraba el antes y el después. Un espontaneo aplauso rompió el silencio en una de las imágenes comparativas. La expectación era alta y el trabajo logró superarla. Finalmente llegó el momento más esperado. Los devotos pudieron estar más cerca que nunca de La Pequeñica para contemplar su nueva imagen. La Virgen del Saliente más parecida a aquella que siglos atrás llegó desde tierras granadinas que se recuerde